Seguro que sabes qué es la tristeza o al menos cómo se manifiesta. La tristeza puede hacernos llorar, nos roba las energías, nos impulsa a buscar la soledad, afloja nuestro cuerpo, pone sus signos inconfundibles en nuestra cara y nos quita las ganas de todo. ¿Y nuestro corazón? Tan dolorido y cansado se vuelve que apenas sentimos sus latidos. ¿Y nuestro cerebro? Se llena de pensamientos negativos que nos ponen aún más tristes. ¿Y nuestros sentidos? Ellos se centran en percibir el lado más negativo del mundo (ya nos lo explicaba Pablo Motos).
La tristeza nace del vacío. Tiene que ver con un sentimiento de pérdida o frustración. Nos pone tristes perder algo o a alguien que queremos. Nos pone tristes no conseguir algo o alguien que deseamos mucho.
Pero siempre podemos elegir no instalarnos en la tristeza, no acomodarnos en ella como si fuera inevitable. ¿Cómo lo hacemos?
Empecemos por no alimentarla, porque si la alimentamos crecerá hasta no dejar ni un huequecito para ninguna otra cosa. Y sigamos por administrarle antídotos: buscar compañía, ponernos en acción, aunque nos cueste (hacer esa tarea que habíamos postergado, pasear, por ejemplo); cortar los pensamientos negativos y tóxicos; empeñarnos en encontrar a nuestro alrededor los colores que el mundo parece no tener cuando estamos tristes.
Podemos dar esquinazo a la tristeza, porque nuestras emociones no proceden del exterior, sino que nacen de nosotros mismos. Por eso podemos intervenir en ellas. Vamos a hacer un ejercicio muy sencillo: escucha esta canción de Pedro Guerra que habla sobre el vacío, la pérdida y la frustración. Mientras la escuchas, cierra los ojos, concéntrate y piensa en alguien querido que ya no está contigo:
Quien no se haya puesto al menos un poquito triste que levante la mano.
Si este ejercicio tan simple ha provocado tu tristeza, piensa que es posible hacerlo al revés, o sea, combatir la tristeza con una canción alegre. Que sí, de verdad. Prueba a hacerlo la próxima vez que te sientas triste. Encontrarás Canciones para Cantar en la barra lateral. Si la tristeza llega, elige una de ellas y, además, intenta cantarla. ¿Que cantas fatal? Mejor aún, así te dará la risa, que es el mejor antídoto contra la tristeza.
:)
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